Rotuladores y aerosoles siempre han sido los medios por excelencia del arte del graffiti. Desde los miticos pilot, pasando por los edding y otros rotuladores de tinta, estos evolucionan en cuanto a grosores y carga. También sufren gran polifreracion los aerosoles y , dentro de ellos, sobre todo las boquillas con diferentes fines. Aparte de estas dos herramientas se ha venido usando todo tipo de utensilios: tizas, velas, piedras o incluso acido han servido para dejar marca
Desde entonces hasta hoy se dan unos rasgos constantes: el soporte del graffiti es siempre ajeno, y los autores-a pesar de la firma-son anónimos.
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